El sábado entra

05.02.2015 04:29

Por Alejandro Sosa San Martín

Uruguay igualó 0 a 0 con Colombia por la cuarta fecha del hexagonal final del Campeonato Sudamericano Sub-20. Teniendo en cuenta cómo se dio el partido y el rival que estaba enfrente, el resultado logrado resulta muy importante de cara a la definición del certamen. Pero además, la actuación del equipo celeste en este encuentro volvió a demostrar que, sin poder lucir su mejor fútbol, esta selección cuenta con otros atributos que le permiten lograr los objetivos en los partidos más difíciles.

La victoria de Argentina por 3 a 0 ante Paraguay, había dejado a Uruguay clasificado para el Mundial de la categoría y lo obligaba a ganar por tres goles para llegar al choque contra los albicelestes con dos resultados favorables para lograr el título de campeón y la clasificación a los Juegos Olímpicos de Brasil. Es por eso que, descartada la posibilidad de golear a Colombia por como se fue dando el trámite del encuentro, lo primordial para la celeste era obtener la unidad que, descartando a Brasil y a Colombia de la chance de ser campeones, la concentrara en un único objetivo: ganarle a Argentina el sábado.

Durante el primer tiempo el trámite fue parejo y el conjunto dirigido por Fabián Coito mostró dos facetas según su postura en la cancha. Cuando Uruguay se replegó y le cedió la iniciativa a Colombia, los cafeteros complicaron con su toque al medio campo celeste y la retaguardia uruguaya abusó del pelotazo en la salida, dividiendo la pelota y facilitándole el trabajo a la defensa rival. Otra cara mostró el equipo cuando salió a presionar; ahí si, se pudieron ver pasajes del juego mostrado por Uruguay en otros partidos, se desbordó por los laterales, se vulneró la primera línea colombiana con triangulaciones y buenos circuitos de juego y se generaron varias infracciones cerca del área colombiana que le permitieron a Uruguay subir en bloque y llegar con peligro.

Por la vía aérea, en una pelota parada, llegó la incidencia más cercana al gol del primer tiempo, cuando a los 43 minutos apareció Mauro Arambarri por el segundo palo, tras un tiro de esquina y una peinada en el primero, pero su cabezazo se fue por encima del travesaño.

En el inicio del segundo tiempo apareció lo mejor de Uruguay en la faz ofensiva. Ya a los 4 minutos, el arquero Álvaro Montero le tapó un mano a mano a Rodrigo Amaral, que comenzó muy participativo en el complemento. Casi enseguida, un cabezazo de Gastón Pereiro se perdió apenas desviado. A los 12 minutos lo tuvo otra vez Pereiro, tras un desborde de Facundo Castro y una espectacular chilena de Franco Acosta, pero el guardameta colombiano, otra vez, se quedó con el grito celeste.

La primera media hora del segundo período fue un monólogo de Uruguay, pero con el paso de los minutos los celestes fueron perdiendo prolijidad, volviendo a dividir la pelota y generando menos peligro sobre el arco rival. A su vez, Colombia comenzó a conectar buenas salidas de contragolpe y a los 35 minutos tuvo una clara oportunidad de gol en los pies del ingresado Manotas, que Gastón Guruceaga resolvió de gran forma.

En el final, aunque consciente de que un gol nada cambiaría pensando en el sábado, Uruguay buscó el triunfo con más empuje que fútbol. Una pelota de Jaime Báez en el palo, un buscapié de Mathías Suárez que atravesó el área, intentos de la celeste que no se pudieron concretar. Final con empate y sensación de haber merecido la victoria, pero tranquilidad pensando en que lo que no se pudo contra Colombia se podrá contra Argentina: el sábado entra.


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